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¿Es Mateo 24 historia o profecía? Es una pregunta profética crucial. El pasaje retrata claramente un periodo de intensa tribulación que precederá la Segunda Venida de Jesús. ¿Ha ocurrido ya este terrible periodo de tribulación o todavía tiene que ocurrir? ¿Es pasado o es futuro? ¿Historia o profecía?
Dos Enfoques en Conflicto
El punto de vista premilenialista, tanto el histórico como el moderno, sostiene que este pasaje es predictivo, aún por ser cumplido en algún momento del futuro cercano. De acuerdo con el enfoque premilenial, el regreso de Jesús será precedido inmediatamente por un periodo de gran tribulación a nivel mundial que se centrará particularmente sobre el pueblo judío.
El punto de vista de la mayoría de la Cristiandad, católica y protestante, es el enfoque amilenial. Tal como ha sido señalado, este enfoque espiritualiza la profecía bíblica y concluye que no habrá ninguna Tribulación o Milenio futuros. Los amilenialistas argumentan, en cambio, que ahora estamos experimentando simultáneamente la Tribulación y el Milenio y lo hemos estado haciendo así desde la Cruz.
Aunque los postmilenialistas argumentarían que el Milenio es aún futuro, coincidirían con los amilenialistas en que Mateo 24 fue cumplido en la destrucción de Jerusalén del I Siglo. Ellos concluyen, por lo tanto, que no habrá ninguna Tribulación futura.
De esta forma, Mateo 24 surge como un pasaje profético clave. Aquellos que espiritualizan la profecía (amilenialistas y postmilenialistas) argumentan que ha sido cumplido en la historia y rechazan, por lo tanto, la idea que él señala a un periodo de severa tribulación que precede inmediatamente al regreso de Jesús. Aquellos que interpretan la profecía más literalmente (premilenialistas) afirman que el pasaje aguarda su cumplimiento. Por lo tanto, ellos consideran que éste apunta definitivamente a un periodo de tribulación antes que el Señor regrese.
Interpretación Inconsistente
La interpretación dada a Mateo 24 por los amilenialistas y postmilenialistas es muy interesante. También es muy inconsistente con la forma en que interpretan otras profecías.
En lugar de espiritualizarlo, como hacen con la mayoría de los pasajes proféticos, aceptan que es profecía literal. Pero argumentan que es profecía que fue cumplida 40 años después que fue pronunciada cuando las legiones romanas bajo Tito destruyeron Jerusalén en el 70 AD y esparcieron a los judíos a través del mundo.
Entonces, ¿qué acerca de nuestra pregunta central? ¿Es Mateo 24 historia o profecía? ¿Es pasado o futuro? ¿Fue cumplido en el 70 AD o aún tiene que ocurrir?
Creo que Mateo 24 fue pre-cumplido en tipo en la destrucción de Jerusalén en el 70 AD y aún debe ser, por lo tanto, cumplido en la historia. Y creo que puedo probar eso por el pasaje mismo.
La Profecía de Daniel
Para iniciar, considere el versículo 15. Dice que el periodo de intensa persecución de los judíos empezará cuando “la abominación desoladora”, de la que habló Daniel, sea vista “establecida en el lugar santo”. No tenemos ningún registro histórico de tal evento llevándose a cabo en el 70 AD. Contrario al tirano griego, Antíoco Epífanes, quien profanó el lugar santo del Templo en el año168 a. C., Tito no tomó tal acción en el 70 AD. antes que destruyera la ciudad y el Templo.
La Intensidad de la Tribulación
El segundo punto a observar se encuentra en el versículo 21. Dice que el periodo de persecución judía que seguirá a la profanación del Templo será el más intenso en toda la historia de la humanidad, “desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.
Estas palabras no se cumplieron en el 70 AD. La persecución que los judíos experimentaron bajo Tito fue severa, pero palidece en comparación a lo que lo judíos sufrieron durante el Holocausto Nazi de la II Guerra Mundial.
Josefo dice que los romanos mataron un millón de judíos en el asedio de Jerusalén del 70 AD. Los historiadores están convencidos que este número está grandemente exagerado. Pero incluso si es cierto, no es nada comparado a los seis millones de judíos que perecieron en las manos de los nazis.
Además, el profeta Zacarías nos dice que durante los tiempos del fin un total de dos tercios del pueblo judío morirá durante un periodo de calamidad sin paralelo (Zac. 13:8-9). En otras palabras, hay un periodo de persecución judía que aún debe ocurrir que excederá incluso los horrores del Holocausto Nazi.
Considere otra vez el versículo 21: “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”. ¿Quiso decir Jesús lo que dijo o no? Seguramente este no es un caso de hipérbole, de exageración para hacer un punto. Todo en el pasaje grita justamente que debemos tomar las palabras de Jesús literalmente.
La conclusión es inescapable. La tribulación experimentada por los judíos en el 70 AD no fue la más grande “desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.
La Severidad de la Tribulación
La tercera pieza de evidencia se encuentra en el versículo 22. Jesús dice que el periodo de “gran tribulación” (v. 21) de la que El está hablando será tan severa que toda la vida cesaría a menos que el periodo sea acortado.
Usted y yo vivimos en la única generación en la historia cuando estas palabras podrían ser cumplidas literalmente. No había ninguna posibilidad en el 70 AD que el asedio de Jerusalén condujera a la extinción de toda vida. Pero eso es una amenaza muy real hoy debido al desarrollo y despliegue de armas nucleares.
El libro best seller de 1982, “El Destino de la Tierra” (The Fate of the Earth), demostró que si alguna vez hubiese un intercambio nuclear total entre los Estados Unidos y Rusia, toda la vida sobre la tierra dejaría de existir.
La Proximidad de la Tribulación
La cuarta clave que Mateo 24 aún debe cumplirse se encuentra en el versículo 29. Dice que el Señor regresará “inmediatamente después de la tribulación de esos días”. ¿Cómo podemos escapar del impacto de la palabra “inmediatamente”? No creo que podamos. Ella une claramente los acontecimientos precedentes con el tiempo inmediato del regreso de Jesús.
Tal como he señalado en el capítulo anterior, algunos amilenialistas y postmilenialistas han tratado de lidiar con este problema en una forma fantasiosa, ¡proclamando que la Segunda Venida de Jesús en realidad ocurrió en el 70 AD! Eso, por supuesto, es absurdo, pero muestra el punto hasta el cual algunas personas llegarán para intentar hacer que las Escrituras se conformen a una doctrina particular.
El Contexto de la Tribulación
La evidencia final que Mateo 24 no fue cumplido en el 70 AD debe encontrarse en los versículos 32-35, donde Jesús dice que todas las cosas que El ha hablado con referencia a la Tribulación serán cumplidas durante la generación que vea a la “higuera” reflorecer. Aquí está la clave para el tiempo del cumplimiento de la profecía.
¿Qué es la “higuera”? Recuerde por un momento lo que había pasado el día anterior. Jesús había puesto una maldición sobre una higuera yerma (Mt. 21:18-19), causando que se secara. Era una señal profética que Dios pondría a un lado a la nación judía debido a su esterilidad espiritual – esto es, su rechazo a aceptar a Jesús como su Mesías. La higuera es un símbolo de la nación de Israel (Oseas 9:10; Jer. 24:1-10; Joel 1:7; Lc. 13:6-9).
Ahora, al día siguiente, Jesús recuerda la higuera y dice, “Obsérvenla. Cuando reflorezca, todas estas cosas sucederán”.
David Ben Gurión lee el Acta de Independencia.
La puesta aparte de Israel ocurrió en el 70 AD. El reflorecimiento se llevó a cabo en 1948 cuando la nación de Israel fue reestablecida.Un Hecho a Considerar
Mateo 24 no es historia. Los terribles acontecimientos del 70 AD fueron un tipo de pre-cumplimiento clásico del cumplimiento definitivo que ocurrirá inmediatamente antes que el Señor regrese.
Mateo 24 es profecía que aún debe ser cumplida. Va a cumplirse pronto, porque Israel ha sido reunido, la nación ha sido reestablecida y las naciones del mundo se están uniendo contra el estado judío. La ira de Dios está a punto de caer. Estamos en el umbral de la Gran Tribulación.
Mientras pondera esta realidad, ¿está listo para ella? ¿Ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador? La Biblia dice que si usted pone su fe en Jesús, no necesita temer la ira de Dios, porque “estando ya justificados en Su sangre, por El seremos salvos de la ira de Dios” (Ro. 5:9).
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